El dadaísmo es un
movimiento cultural y artístico creado con el fin de contrariar las artes que
surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo
Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el
rumano Tristan Tzara, que llegaría a ser el emblema del dadaísmo. Una
característica fundamental del dadaísmo es la oposición al concepto de razón
instaurado por el positivismo. El dadaísmo se caracterizó por rebelarse en
contra de las convenciones literarias, y especialmente artísticas, por burlarse
del artista burgués y de su arte.
Su actividad se
extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas, desde la poesía a la
escultura, pasando por la pintura o la música.
Para los miembros
del Dadaísmo, este era un modus vivendi que hacían presente al otro a través de
los gestos y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la
expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y
artístico, el Dadaísmo crea una especie de antiarte moderno, por lo que se
trata de una provocación abierta al orden establecido.
Póster del
Matinée Dadá; enero de 1923.
CARACTERISTICAS
Espíritu
vanguardista y de protesta
Espontaneidad,
improvisación e irreverencia artística
Anarquismo y
nihilismo
Búsqueda del caos
y desorden
Contenido ilógico
e irracional
Carácter irónico,
radical, destructivo, agresivo y pesimista
Aversión a la
guerra ya los valores burgueses
Rechazo al
nacionalismo y al materialismo
Crítica al
consumismo y al capitalismo
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