viernes, 31 de mayo de 2019

REALISMO


Realismo es un término que, además de utilizarse para denominar ciertos movimientos artísticos reactivos contra el romanticismo en literatura (literatura del realismo) o pintura (pintura del realismo) -ambos originados en la Francia de mediados del siglo XIX y continuados en el naturalismo literario y pictórico posterior-; tiene una dimensión genérica que permite identificar un realismo artístico como una postura estética o de teoría del arte que identifica arte y realidad.

Esta postura se plasma en diversas formas de representar la realidad o naturaleza de una manera imitativa (mimesis), por lo que también se la denomina naturalismo (de forma equívoca con otros usos de naturalismo en el arte).

Como objetivo o pretensión, la postura o perspectiva realista es compartida en rasgos generales por toda clase de arte figurativo; pero también por la literatura, e incluso por la música programática o descriptiva. En las artes plásticas (escultura y de forma especialmente trascendente para la pintura, dadas sus especiales convenciones -la reducción a lo bidimensional-) puede cumplirse con muy distintos grados, desde las fronteras de la abstracción hasta el trampantojo.

       El albañil herido, de Francisco de Goya, 1786-87.

Características

Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y muy apegada a los detalles de la realidad, por lo que abunda en descripciones.

Se opone al romanticismo en su rechazo de lo sentimental y lo trascendental y en su alejamiento de los escenarios exóticos; aspira, en cambio, a reflejar la realidad individual y social burguesa en el marco del devenir histórico.

Debido a su afán verista o de verosimilitud, el realismo literario se opone asimismo directamente a la literatura fantástica.

Hace un uso minucioso de la ejemplificación, para mostrar perfiles diversos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y lo no exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales según una mentalidad burguesa materialista e individualista.

El lenguaje utilizado en los diálogos de estas obras abarca diversos registros y niveles, ya que expresa el habla común de todas las capas de la sociedad e incluso reproduce el habla popular, el registro coloquial y las características propias de las hablas regionales; en los pasajes narrativos sin embargo el estilo es académico, de largos y complejos periodos henchidos de subordinación.

Conforme va avanzando esta estética comienza a utilizarse cada vez más el monólogo interior y de la mera descripción física de los ambientes y los actos de los personajes se pasa a ahondar en su psicología. Los distintos personajes son complejos, evolucionan e interactúan entre sí influyéndose mutuamente.


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