Modernismo es el
término con el que se designa a una corriente de renovación artística
desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx, durante el periodo
denominado fin de siècle y belle époque. En distintos países recibió diversas
denominaciones: Art Nouveau en Bélgica y Francia, España e Hispanoamérica,
Jugendstil en Alemania y países nórdicos, Sezession en Austria, Modern Style en
los países anglosajones, Nieuwe Kunst en Países Bajos y Liberty o Floreale en
Italia.
Todas estas
denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven,
libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la
época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o el eclecticismo)
como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se
trató de crear, predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se
incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el acero y
el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de
mediados del siglo xix.
Ex libris diseñado por Koloman
Moser.
CARACTERISTICAS
El léxico se
enriquece con cultismos y voces de exótica resonancia (unicornio, pavanas,
ebúrneo, cisne, etc.)
Para conseguir el ritmo y la armonía, los
Modernistas proponen una renovación métrica en la que predominará el uso del
verso alejandrino.
Predominio (sobre
todo en una primera etapa) de temas relacionados con lo legendario, lo pagano,
lo exótico, lo cosmopolita. El cosmopolitismo se plasma sobre todo en la
devoción y la admiración que sienten por París, con sus cafés, sus elegantes
salones, la vida bohemia, etc.
“El escapismo”:
el escritor se evade de la realidad adentrándose en un mundo de ensueño,
exótico, pagano. Gusto por situarse en espacios y tiempos lejanos (la E.M., la
antigüedad clásica, el mundo dieciochesco,). Aparecen así: dioses, ninfas,
caballeros y marquesas, viejos castillos, jardines perfumados, cisnes y
libélulas, piedras preciosas, marfil, etc. Todo con la intención de escapar de
una realidad que les resulta hostil, al igual que a los románticos, pero con un
lenguaje más colorista. Los modernistas
crearon su mundo propio ideal que les permitiera afrontar la vida rutinaria.
(Decía Rubén Darío:”Veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales,
visiones de países lejanos: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en
que me tocó nacer”.)
La melancolía es un tema central (con
predominio de la presencia de lo otoñal, lo crepuscular, la noche)
El amor y el
erotismo contraste entre un amor delicado (con la mujer idealizada) y un
intenso erotismo (plagado de sensuales descripciones). Se trata de un amor
imposible.
Exaltación de lo
hispánico frente a la cultura anglosajona.
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