sábado, 25 de mayo de 2019

MODERNISMO

Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx, durante el periodo denominado fin de siècle y belle époque. En distintos países recibió diversas denominaciones: Art Nouveau en Bélgica y Francia, España e Hispanoamérica, Jugendstil en Alemania y países nórdicos, Sezession en Austria, Modern Style en los países anglosajones, Nieuwe Kunst en Países Bajos y Liberty o Floreale en Italia.

Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o el eclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear, predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el acero y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo xix.


Ex libris diseñado por Koloman Moser.

CARACTERISTICAS


El léxico se enriquece con cultismos y voces de exótica resonancia (unicornio, pavanas, ebúrneo, cisne, etc.)

 Para conseguir el ritmo y la armonía, los Modernistas proponen una renovación métrica en la que predominará el uso del verso alejandrino.


Predominio (sobre todo en una primera etapa) de temas relacionados con lo legendario, lo pagano, lo exótico, lo cosmopolita. El cosmopolitismo se plasma sobre todo en la devoción y la admiración que sienten por París, con sus cafés, sus elegantes salones, la vida bohemia, etc.

“El escapismo”: el escritor se evade de la realidad adentrándose en un mundo de ensueño, exótico, pagano. Gusto por situarse en espacios y tiempos lejanos (la E.M., la antigüedad clásica, el mundo dieciochesco,). Aparecen así: dioses, ninfas, caballeros y marquesas, viejos castillos, jardines perfumados, cisnes y libélulas, piedras preciosas, marfil, etc. Todo con la intención de escapar de una realidad que les resulta hostil, al igual que a los románticos, pero con un lenguaje más colorista.  Los modernistas crearon su mundo propio ideal que les permitiera afrontar la vida rutinaria. (Decía Rubén Darío:”Veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer”.)

  La melancolía es un tema central (con predominio de la presencia de lo otoñal, lo crepuscular, la noche)

El amor y el erotismo contraste entre un amor delicado (con la mujer idealizada) y un intenso erotismo (plagado de sensuales descripciones). Se trata de un amor imposible.

Exaltación de lo hispánico frente a la cultura anglosajona.




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