El Orfismo o
cubismo órfico es el nombre dado en 1913 por el poeta Guillaume Apollinaire a
la tendencia colorista y abstracta del cubismo parisino que exalta el color y
la luz, emparentándolos con Orfeo, el personaje de la mitología griega que, por
su sobrehumano manejo de la lira, representa la conjunción de la música y la
poesía.
Apollinaire situó
dentro del orfismo o cubismo órfico a las obras de Fernand Léger, Francis
Picabia, Marcel Duchamp y, sobre todo, de Robert Delaunay, que actuaba como
abanderado de esta tendencia. En esta época surgió una controversia sobre el
papel que hubiera tenido en la definición del orfismo la obra de Frank Kupka,
jamás citado por Apollinaire. De cualquier forma, el término orfismo ha quedado
muy impreciso y tiene más valor por su carga poética que por su valor crítico e
histórico.
El nombre de
orfismo se lo atribuyó Guillaume Apollinaire (1880-1918), aunque él no fuera
una de las figuras más destacas de la corriente como sí lo fueran Robert
Delaunay (1885-1941) y el checo, Frantisek Kupka (1871-1957)
La mayor parte de
obras y artistas adscritos al movimiento se centran entre 1913 y 1914 y se caracterizan
por seguir un estilo de obra muy concreto.
Una composición
del espacio y la distribución de las formas heredadas del cubismo que llenan
toda la obra, unos aires futuristas, un colorido extremo que roza con el
fauvismo, sensación de velocidad y formas circulares.
Principalmente se
utilizan tintas planas con colores puros y con grandes contrastes.
Sonia
Delaunay-Terk.
CARACTERISTICAS
Exaltación
del color puro, que es "forma y tema".
Prescinde de
la identificación del espacio pictórico.
Sustituye
gradualmente las imágenes de la naturaleza por formas lumínicas de color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario